Los tres círculos concéntricos

Hoy en día se relaciona este emblema directamente a un libro: al Libro de Urantia. Pero puede que todos caigamos en el error de hacer esto ya que en realidad este símbolo no indica directamente la imagen de dicho libro.
Su significado es aún mas profundo como enigmático.

Desde la antigüedad el círculo se ha relacionado directamente con la representación de la Divinidad por ser, entre varias características, una figura sin fin. 

El círculo queda por tanto como el dibujo más aproximado de la infinidad y del eterno ciclo de la vida.


Desde los antiguos mandalas de oriente, pasando las esculturas de las tribus Mayas hasta la misma alquimia con el símbolo del Sol y del Oro (un círculo con un punto en el centro) podemos encontrar alusiones a círculo con respecto a las deidades que cada uno creía. 
Todos tenían directa o indirectamente la misma información de que el círculo era representación de sus dioses.


Según los datos aportados por el libro de Urantia en realidad todo el simbolismo del círculo con significado Divino vino desde los tiempos de Abraham, precisamente en los años de la aparición de Melquisedek. 

Fue el que revela, según, a gran escala las propiedades de la divinidad: Se comportaba como una trinidad y para hacer más accesible la información realizó un dibujo de tres concéntricos. 

Cómo lo indica en la biblia, este personaje al ser sacerdote, llevaba sus correspondientes símbolos en la zona de su pecho como parte de su vestimenta.

Una gema por cada tribu de la nación de Israel:


Se presume por solo la lógica que Melquisedec estuvo vestido con estos símbolos por ser sacerdote, pero en la biblia no hay datos al respecto. 

Por lo tanto, si uno busca fuera de los texto bíblicos o dentro de ellos no vamos a encontrar ninguna vinculación directa por ahora de que Melquisedec fuera el dador de la símbología de los tres círculos concéntricos.

Solo tenemos pistas mediante el libro de Urantia o Caballo de troya, únicos libros que proporcionan vinculaciones de este personaje con el Símbolo de los círculos, ya que en la historia oficial no hay (aún) vinculación directa y puede que nunca la habrá del todo.

Incluso el mismo libro de Urantia indica lo siguiente:

"Vestía en forma muy semejante a la de los sacerdotes canaanitas, excepto que en su pecho llevaba un emblema de tres círculos concéntricos, el símbolo sataniano de la Trinidad del Paraíso. En el curso de su ministerio, esta insignia de tres círculos concéntricos se llegó a considerar tan sagrada que sus seguidores nunca se atrevieron a utilizarla, y fue olvidada muy pronto con el paso de unas pocas generaciones." Doc 93.


El libro de Urantia, al tener las características de un libro revelado (según), da la información de que esos símbolos tienen su origen en el trabajo que hizo melquisedek en la tierra. 

Podemos encontrar algunos indicios de pinturas rupestres que no se puede relacionar a ciencia cierta con este personaje pero: hay más probabilidad que, por la historia que encierra el significado del círculo para las tribus de antaño, si se refería con altas probabilidades a alguna clase deidad o divinidad en la que creían. Es por esto que se da la sospecha que en realidad toda la información que proporcionó melquisedek en su momento ha quedado residuos en diversas culturas, quedando plasmada en aquellas pinturas rupestres de culturas que llegaron a escuchar a los discípulos de su Orden (la Orden secreta de los Melquisedek, los misioneros que llevaron sus enseñanzas a tribus más lejanas llegando incluso a la india)

Aquí algunas imágenes:





¿Que enseñaba Melquisedek? ¿Qué significa los tres círculos concéntricos?

El libro de urantia nos afirma lo siguiente:

"El símbolo de los tres círculos concéntricos, que Melquisedek adoptó como insignia de su autootorgamiento, fue interpretado por una mayoría de la gente como símbolo de los tres reinos de los hombres, los ángeles y Dios. Se les permitió que perseveraran en esa creencia; muy pocos de sus seguidores supieron jamás que esos tres círculos eran el emblema de la infinidad, la eternidad y la universalidad de la Trinidad del Paraíso de mantenimiento y dirección divinos; aun Abraham prefirió considerar que este símbolo represente a los tres Altísimos de Edentia (un lugar del gran Universo, según este libro), puesto que se le había instruido que los tres Altísimos funcionaban como uno. Melquisedek hasta cierto punto enseñó el concepto de la Trinidad, simbolizado en su insignia, lo que generalmente relacionaba con los tres gobernantes Vorondadek de la constelación de Norlatiadek (Otro lugar en el Gran Universo de Dios, según el mismo libro)." Doc 93

Al transcurrir del tiempo y gracias a los misioneros de Melquisedek que fueron a llevar sus enseñanzas a otros lugares de europa y medio oriente fue que la perspectiva de ver a la Divinidad en tres aspectos (una trinidad) fue agarrado mas fuerza

"Los maestros de Salem redujeron grandemente el número de dioses de la Mesopotamia, limitando en cierto momento las deidades principales a siete: Bel, Shamash, Nabu, Anu, Ea, Marduc y Sin. En la cumbre de sus nuevas enseñanzas exaltaron a tres de estos dioses por encima de todos los demás, la tríada de Babilonia: Bel, Ea y Anu, los dioses de la tierra, el mar y el cielo. Otras tríadas se originaron en diferentes localidades, reminiscentes todos de las enseñanzas de la trinidad transmitidas por los anditas y los sumerios y basadas en las creencias de los salemitas en la insignia de los tres círculos de Melquisedek." Doc 95

y sí: ya en la biblia nos habla que Melquisedec formó una orden, una clase de escuela sagrada dónde impartía sus enseñanzas bajo rituales menos rígidos como el ofrecimiento del pan y del vino en sustitución de los ritos sangrientos:

Genesis 14: 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo.

 Hebreos 6:20 "donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedek"



Mas información al respecto




Gracias a sus misioneros la percepción de la Divinidad pudo elevarse un poco más, aunque fueron totalmente tergiversadas por cada religión. Es por ello que podemos encontrar EN TODAS puntos en común, enseñanzas bajo otro nombre, otras ideas, patrones o dioses pero que en el fondo significan lo mismo; es cuestión de usar la observación y comparar. 

Pasando por Oriente: la india y los vedas, Brahamanismo, el Hindú, Taoismo de China, el Budismo. El levante: los Egipcios, Iran, la zona de Arabia y por supuesta la nación de israel con la naciente religión en base a la figura de Yave. Una aproximación remota y muy nueva del Dios que vino a revelar Melquisedek y que amplió el Maestro: Jesús de Nazaret.



De la fuente de la Saga de libros Caballo de troya de J.J.Benitez tenemos:

—... Aquel príncipe explicó a los hombres cómo era Dios y, para eso, dibujó tres círculos concéntricos.  Cada círculo representa un atributo de Elyon (Dios altísimo). El centro es el «presente para siempre». El príncipe lo llamó «amor». El instinto volvió a golpear en mi corazón. —De ahí brota todo lo demás. Ese centro flota en la eternidad y en la infinitud de Elyon. Ese centro es la «iod», la letra que inaugura el sagrado Nombre y la creación toda..
Del amor nace lo visible y lo invisible, lo infinito y lo eterno.

Los tres círculos, en suma, son la «bandera» de Dios, bendito sea su nombre...  
El centro, lo que proporciona sentido a todo lo demás, es el amor. Si no fuera así, no serían «tres» y no sería Dios. Por eso el príncipe lo llamó también «Ab-ba» («papá»). Aquella palabra era la favorita de Jesús de Nazaret. Fue el término más repetido a lo largo de su vida.

 A partir de Ezrah (Esdras) cuando realizaron la recopilación de la historia judía fue que modificaron la sagrada tradición.  Esdras, el sacerdote que, al parecer, inició la labor de recopilación que, posteriormente, daría lugar a lo que hoy conocemos como Pentateuco. Esdras, judío de Babilonia, retornó a Jerusalén hacia abril del año 428 antes de Cristo. 

Después los escribas, alteraron los términos y casi borraron al príncipe Melquisedek. Y hablaron en cambio de un mesías del que tanto hablan, el libertador político, el que devolverá la hegemonía y la gloria a Israel, que todo parece indicar que fue una elaboración literaria y oral gracias a las profecías. 
El hombre de los tres círculos preparó la senda del Galileo, anunciando a un Dios Altísimo (El-Elyon) que, sobre todo, era «Ab-bá» («papá»). De él bebieron todos los demás: Abra-ham, Moisés, etc

Todo sale de Él y todo regresa a Él. Los círculos son su juego favorito. Arrancamos en el camino sin saber que retornaremos al punto inicial... 

Los misioneros 

Luego llegaron aquellos hombres, los misioneros de Salem... Eran blancos. Vestían largas túnicas, también blancas, con un singular distintivo en el pecho: tres círculos bordados en azul.  ¡El emblema que lucía el hombre de las «palabras luminosas»! ¡Malki Sedeq! .
Según eran misioneros. Llegaron hasta la lejana China. Procedían del sur. Primero se establecieron en See Fuch, y desde allí fueron alcanzando la totalidad de las tierras. Eran emisarios de un príncipe llamado «Rey de Justicia» (Malki Sedeq o Melquisedec), y también «Príncipe de la Paz». 

Y los enviados del «príncipe» hablaron al corazón de los hombres. Era la primera vez que alguien los miraba a los ojos. Y les enseñaron a dibujar a Dios. El círcilo, desde la visión del Taoismo, es el Dao: el camino. Aquí está todo. Este círculo es el amor, la vía. De ahí nace lo creado y ahí regresa. 
 «El hombre, aunque no lo sabe, procede del amor —el círculo central— y, haga lo que haga, a él retorna. No hay caminos rectos: sólo circulares. »

 Y aquellos misioneros ayudaron a los hombres a comprender la esencia de la vida: vivían para la inmortalidad. Y el temor sólo fue un mal recuerdo. El miedo desapareció de los corazones y los seres humanos hicieron el gran hallazgo: Dios, el Gran Dao, era, en realidad, un Padre al que se le podía hablar directamente, sin intermediarios, ni sacerdotes, ni hechiceros. Y el taoísmo se convirtió en una religión personal, de íntima relación con un Dios amigo, que sólo entrega. Ese era el único destino: retornar al primer círculo. Y los hombres de Maiki Sedeq hablaron también del alma inmortal y del Espíritu «que llega desde el círculo central», y que «pilotará» cada vida. Les revelaron que todo hombre es inmortal y que el Paraíso, justamente, tiene forma de círculo o de disco. Entonces lo representaron con jade, con un orificio en el centro.,

 Y supieron que el número «9» era clave en todo lo relacionado con lo divino. Fueron tiempos memorables, en los que el ser humano comprobó que la bondad genera bondad y que la práctica de la generosidad y de la misericordia es recomendable, incluso, desde un punto de vista estrictamente económico. Era la salvación, simplemente por la fe en el Dao. 

Pero, como sucede casi siempre, la doctrina del auténtico precursor del Hijo del Hombre fue alterada y, con el paso de los años, el taoísmo se convirtió en una confusa madeja de supersticiones, medias verdades y recuerdos borrosos. La aparición de filósofos tan preclaros como Lao Zi y Zhuang Zi devolvió, momentáneamente, la frescura a los corazones. Y el hombre recordó que morir es, únicamente, regresar a casa. Pero la esperanza duró poco. La condición humana es así. Las pésimas interpretaciones, los errores y las voluntades torcidas modificaron la esencia de lo revelado por la gente de Salem. 

Y de la realidad de la inmortalidad del alma, predicada por los hombres de los tres círculos, el taoísmo se precipitó en una desesperada, e inútil, búsqueda de la inmortalidad del cuerpo, la gran obsesión de los millones de seres humanos que compartían las ideas. 

También el mensaje de Jesús de Nazaret fue vital para estas gentes. Yo diría que especialmente vital, como tendré oportunidad de relatar... Y de la realidad de un único Dios, el taoísmo pasó a una enloquecida dinámica de dioses interiores y exteriores: más de 36.000 en el cuerpo humano. Dioses que esclavizaban, a los que convenía tener contentos, y que eran visualizados (?) con las más peregrinas técnicas de relajación corporal, concentración mental, éxtasis y toda suerte de drogas y alucinógenos. Primero —decían— eran visibles los dioses menores. Después, tras mucho tiempo de práctica y sacrificio, el daoshi conseguía «ver» la Gran Tríada, los dioses que habitan en el cerebro. Era la señal que auguraba la inmortalidad... Y la confianza en el buen Dios, en el Padre, fue sustituida por las buenas y malas acciones, minuciosamente codificadas, con los correspondientes premios y castigos. Eran los dioses interiores  los que subían al cielo e informaban de esos actos.

El alma es inmortal por naturaleza. Es uno de los regalos de Dios. ¿Para qué necesitamos el cuerpo después de la muerte? Los saduceos por ejemplo eran partícipes de estas informaciones dónde tenían un origen remoto. Procedían del propio Sadok y éste, a su vez, lo recibió de otros iniciados de la orden de los Melquisedek. Fue ese príncipe quien enseñó que el alma es inmortal y que llega al ser humano al mismo tiempo que el Espíritu, una fracción del mismísimo Dios.  Los misioneros recorrieron el mundo con el gran mensaje de esperanza: el alma del ser humano es inmortal por regalo de Dios. La vida sólo es una experiencia mínima (ni siquiera un suspiro).

También se habla de la supuesta libertad humana. Los saduceos creían en ella. Mis interlocutores, en cambio, acepta ban «que todo está escrito». Y afirmaron algo sorprendente: El hombre y la mujer, cuando nacen, saben a lo que vienen. Lo es, sin más. Así fue revelado por el «príncipe de la paz». Sencillamente, al nacer, el tikún (la misión de cada ser humano) queda borrado. Después de la muerte comprenderemos. (Pero esto último sería una teoría,:la Ley del contrato que no es tema de este artículo)

Hebreos 7:1-4:

"Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz,  sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín."

Pero la biblia no aporta mas información al respecto de un personaje tan importante cómo este.

" Considerad, pues, cuán grande era éste,"



Atentamente: Simón Guardia.
Desde: Caracas, Venezuela.

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