La Ley


A todos nos enseñan a buscar la Ley de Dios mediante libros divinos, sagrados, revelados o inspirados. Buscar esa Ley mediante el texto y la gramática. También en ocasiones buscar la Ley mediante la tradición oral. Cumplir los cientos de preceptos para no airar los ánimos del Dios celoso y vengativo. 

Por ejemplo los judíos tienen exactamente 369 preceptos, leyes, para que cada fiel pueda agradar a Dios y tener por tanto una vida próspera y en paz. Ademas de una enseñanza esotérica reservada para unos pocos fieles y constantes creyentes dentro de algunas escuelas de misterios o logias, conservadas desde la antigüedad, denominadas como "los secretos" (el Sod, para la Kabbalah Judía).
Gracias al Maestro se pudo hacer un comprimido de todas aquellas grandes virtudes que se buscaban en esas leyes y las dió en varios axiomas importantes, que para muchos no gustaron:

>Amarás a Dios con toda tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con toda tu fuerza,
(Deutoronomio 6:5)

>No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo cómo a ti mismo. (Levítico 19:18)

<De estos depende TODA la ley y los profetas>

El único inconveniente entre los judíos es que solamente consideraban prójimo a los Hijos de su pueblo, ente su gente, mientras podían seguir justificando sus guerras santas ante otros pueblos.
Es por ello que hubo un choque inmenso al escuchar al Maestro dando una nueva ampliación del término prójimo. No solo en la consideración nacional, sino mundial para todas las naciones, tribus y demás. 

Esto lo vemos en la parábola del buen samaritano que luego de contar dicha historia de una persona que fue asaltada y luego de pasar dos personas judías representantes de la nación de Israel, pasa un tercero (un samaritano, odiados por los judíos) y le atiende las heridas, asistiéndole. 
Luego de contar esto, pregunta:

-¿Cuales de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?
-El que tuvo compasión del él.
-Ve, y procede tú de la misma manera. 
Lucas 10

También, para reforzar este argumento, lo vemos cuando Jesús enseña orar por los enemigos, aquellos que nos persiguen y maldicen, e incluso dar la otra mejilla, en un tiempo (incluso hoy en día) que lo único que se le reservaba al enemigo era venganza, nunca misericordia.
En resumidas cuentas amar a nuestros enemigos. (Mateo 5)

Esto nunca se había pensado ¿Un Dios que perdonaba hasta tal punto? ¿Un Dios Padre que está al alcance de quién quiera y no solo para un grupo especial de personas? ahí entra en cuestionamiento del rostro del Yave vengativo y celoso que enseñaban los judíos al rostro del Padre (Ab-ba) misericordioso que enseñaba el Maestro. Y no es que se habla de dos Dios distintos, era el mismo Dios pero que cuyo concepto y comprensión fue evolucionando a la medida de los siglos hasta asimilar ideas de mayor calibre como las que revelaba el Maestro.

                                             
La nueva serie de Netflix (Messiah) muestra cómo la sociedad puede comportarse ante un personaje tan singular parecido a Jesús.

Imaginen por un momento si hubiera la necesidad nuevamente de que el Maestro revele nuevas enseñanzas de la naturaleza Espiritual. Serán mas exactas y acordes a nuestro tiempo a diferencia del siglo primero donde no existía la electricidad, el Internet y cualquier otra tecnología que para mentes sencillas del siglo uno les hubiera sonado a un imposible imaginario. Seguramente la adaptación sería enormemente distinta, con analogías de problemas de ahora y no de antes como situaciones que tenían que ver con: corderos, ovejas, reyes, pastores, talentos, pescador, sembrador, semillas; a diferencia de lo que ahora  existe, en este siglo 21, cómo lo es la Internet, las maquinas, un sistema económico, la física cuántica , viajes en el espacio, transporte entre ciento de miles de cosas más. Ademas de los razonamientos y problemas que la filosofía nos ha aportado en el siglo 20 y 21.
En definitiva son simultaneidades que eran impensables para el siglo 1. 

Se entiende ahora las grandes dificultades con respecto a la gramática que debió emplear el Maestro para que en ejemplos sencillos mantuvieran en su esencia grandes contenidos que perdurarían por miles de años hasta nuestros días.

Cambiaría sin duda la forma para nuestra actualidad, pero el contenido es Eternamente el mismo.

El maestro en vez de hablar de otros mundos, dimensiones y niveles espirituales, lo dejó simplemente en dos sentencias:

"En la casa de mi Padre hay muchas moradas"

"Aun tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden sobrellevar, pero cuando venga el espíritu de la Verdad, Él es os guiarà a toda la verdad" 


Para finalizar una ampliación de este pequeño articulo sobre la Ley, con los diálogos que nos proporciona la Saga Caballo de troya:

—Maestro, ¿con que pueden compararse las palabras de la Ley?
Y el Galileo replico con la siguiente imagen:
—Las palabras de la Ley son el fuego. Si el hombre se acerca mucho, se quema. Pero si se aleja demasiado, termina helandose. Pues bien, en verdad os digo que el verdadero fuego, el que no quema ni hiela, es hacer la voluntad de Ab-ba..
Y os dire mas:
Todos los hijos de Dios llevan impresa en su mente una parte de ese magnifico Padre Azul.
¿Sabéis cuál es el espíritu de la Ley? ama a tu prójimo como a ti mismo... Más aún: ámate a ti mismo primero, para poder amar después a tu prójimo... Ése es el espíritu de la Ley —proclamó Jesús—. Eso no será cambiado.
El resto es añadidura...
Los tiempos de los sacrificios, de los holocaustos, y de esa liturgia sangrienta han pasado.
La buena nueva que os anuncio no necesita templos, ni animales degollados, ni liturgias, ni tampoco incienso, ni golpes de pecho, ni carne quemada, ni siquiera sacerdotes.
Pues en verdad os digo que todo eso pertenece a la historia remota...
Todo está en el interior. Yo, ahora, os ofrezco un yugo ligero. Hacer la voluntad de Ab-bá es la verdadera Pesah (Pascua).
Acercaros con amor a vuestro prójimo y la unidad con Ab-bá se os dará por añadidura.
El verdadero corbán («sacrificio») es la aproximación al Padre... 
¡Y Él ya está en vosotros! ¿Comprendéis por qué digo que la auténtica Pesah (Pascua) es Ab-bá? Acercaos a Él y habréis inmolado el mejor de los sacrificios...
Os recuerdo el salmo del rey David: «... Mi bien es estar apegado a Dios.»
—Lo importante, Señor, no es lo que yo crea, sino lo que ellos entienden. Tú has enseñado que ese Padre es amor...
—Lo que tú observes, lo que escuches y, sobre todo, lo que termines por creer, sí es importante.
¿Sabes cuál es la única ley para el Padre?
—El amor. Eso lo sabemos por ti...
—Y el profeta Amos lo resumió en un solo mandamiento: «Buscadme y viviréis.» Eso es lo que solicita el Padre: buscarlo. Ésa es la única ley. El problema, como te decía, es que la inteligencia humana no está preparada para entender la naturaleza del Número Uno. Es lógico. ¿Recuerdas la mariposa en el extremo de aquella rama?
(Asentí en silencio. El Maestro se refería a la Euprepia oertzeni, el hermosa mariposa que se había posado en la rama que sostenía Jesús en una de las inolvidables noches en torno al fuego, en el Hermón. Recordaba muy bien sus palabras: «Dime, querido ángel, ¿crees que esa criatura está en condiciones de comprender que un Dios, su Dios, la está sosteniendo?»)
—Lo recuerdo, tu dijiste que no estaba en condiciones de comprender, que hay demasiada distancia...
Y el Maestro siguió abriendo camino respondió:
—... Correcto. Hay una distancia tan inmensa que ninguna mente humana puede sospechar cómo es el Padre. Lo finito (lo sabes muy bien) no está hecho para lo infinito. Mientras viváis sumergidos en el tiempo y en el espacio, no podréis intuir siquiera qué hay más allá, en las regiones del espíritu.
¡No temas!… ¡Confía! 

Atentamente: Simón Guardia.
Desde: Caracas, Venezuela.



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